domingo, 13 de noviembre de 2011

Hacerle caso a mi cuerpo y el poder de mi mente

Gracias a hacerle caso a mi cuerpo y no sobreentrenar he conseguido bajar el tiempo de 43'25 a 37'56" es una gran bajada de tiempo y un gran avance. Hubo un momento que pensaba en correr dos días sí y un día no, pero al final mi cuerpo me dijo que no, que no podía hacerlo, que mejor iba a entrenar día sí día no, que sino se iba a agotar, y así lo hice y os cuento que ventajas tuve de hacerle caso a mi cuerpo.

Durante la carrera hasta he dado ánimos a gente que estaba abandonando y eso que yo intenté ir a todo lo que podía y sabía que me permitiría llegar, hasta me he permitido hacer un spring de 500 metros.

Mi objetivo era no llegar por encima de los 40 minutos y cuando veo la meta y miro el reloj estaba en 35 minutos y yo pensando, no te relajes que al final llegas por encima de los 40, y para no relajarme decidí hacer un spring, a lo que daba, a lo que podía, eso si que pudo ser un gran error, ya que cuando llegué a la meta y paré me dió una arcada, no vomité, pero la sentí.

Lo que es la mente al correr, el viernes pensé "voy a subir esta cuesta por si cambian el recorrido (algo que ya me ha pasado alguna que otra vez) para estar preparada de que puedo subirla". Efectivamente, llegamos a ese punto del camino y habían cambiado el recorrido. ¿Pero que pasó? Mientras muchos de mis "compañeros" de carrera (porque iban a mi lado) decían cosas como "¿qué? yo eso no puedo" "me voy a morir" yo pensaba "si que puedo, lo hice el viernes, así que hoy lo puedo hacer también" y hasta me permití el lujo de ir un poco más rápido de lo que había hecho el viernes.

La primera vez y única que corrí los 10 km mi objetivo era terminar la carrera, no había hecho el recorrido ni una sola vez y por el entrenamiento que nos hacía el monitor del club de corredores en le que participaba, tampoco había corrido los 10 km nunca en mi vida, ese día mi objetivo era terminar. Vuelvo a decir, lo que es la mente, este circuito lo hice varias veces esta semana y sabía a ciencia cierta que lo iba a terminar, con lo cual solo iba a mejorar mi tiempo, y en ningún momento dudé en que no lo terminaría, solo quería bajar de los 40 minutos y confiaba en mi, hasta me permití el lujo de ir dando consejos mientras corría a mis compañeros "venga ánimo que queda poco", "no queda ni un km", "corre lenta aunque sea pero corre que ya no te queda nada" "tú puedes", algunas de las frases que pronuncié.

Terminé la carrera sin andar ni un metro y la terminé en un tiempo que ayer no habría pensado.

Hablamos del día de ayer, mi cuerpo no quería correr pero a la niña que tengo dentro si que le apetecía andar en bici, sentir el viento, descubrir el mini carril bici que tenemos por Cartagena y debe ser que como le dí a mi cuerpo lo que él quería, él me ayudó a cumplir mi objetivo y dijo "ya que me tienes en cuenta yo te te tengo en cuenta a ti y voy a rendir lo máximo".

Parece que soy una experta, ¿a que sí?, pues no, jejejejeje, de los corredores soy una de las más lentas, pero mi opinión y pensamientos también cuentan.

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